La Casa Triste

Tiene rato que quería regresar a mis épocas de fotógrafa malix y por pura casualidad, hoy que andaba yo bien inspirada.. mi cámara seguía en la bolsa, desde que tomé fotos en el carnaval.

Las fotos siguientes tienen historia. Bueno, en sí las fotos no, pero si el lugar donde están tomadas.

Justo aquí ardió Troya hace unos meses, sentada dentro del carro de Nube, ésta era la vista que yo tenía mientras Nube me decía que la Piruja no quería "perder mi amistad" , y yo, por mi parte, me aguantaba las palabras altisonantes y me preguntaba qué tan poco me conocía Nube para decirme algo tan pendejo como eso, sabiendo que a una de mis mejores amigas, por mucho menos que éso, había yo mandado a la chingada muchos años atrás.

Por varios meses evite siquiera mirar en dirección a esa casa, se me hacía el lugar más triste del mundo.. pero cada véz que me veía en la necesidad de pasar por ahí, me daba algo a lo que yo llamo "retortijón cardiaco", ese dolorsito que te causa encontrarte algo que te trae recuerdos no muy felices, entre costilla y costilla. El dolorcito se fué reduciendo hasta quedar en "que triste".

Hoy, buscando cosas interesantes para fotografiar, me vi parada en esa casa de nuevo y para mi sorpresa el "que triste" lo sentí clarito, nadamás que me di cuenta que tengo TODA LA RAZON para seguirlo sintiendo, a pesar de que lo anterior ya sea prueba superada..

La casa, en sí, es triste, todo está muerto, húmedo o viejo alrededor. Hay bugambilias, sí, hay plantas, sí, pero todo se ve sin vida, los colores siempre están tirando a sepia y cada véz que ves algo más o menos vivito o queriendo vivir, justo al lado tiene algo contrastantemente muerto: