También me gusta leer lo que piensan de lo que pienso. Comentarios, por favor!

viernes, 27 de mayo de 2011

En una esquina cualquiera...


Salté el último escalón del camión al piso y llené mis pulmones antes de levantar la mirada. Caminé hacia la puerta con el corazón bombeandome a todo lo que daba. Cuando estuve en medio de la estación, me quedé quieta y dejé ir mis ojos alrededor, tratando de ubicarla entre la gente.

Sol estaba sentada en la última fila de sillas viéndome fijo y con una sonrisa enorme. Se mordió el labio al levantarse y comenzó a caminar hacia mi. Y yo hacia ella. Para cuando estuvimos cerca, las dos nos estábamos riendo por los nervios.

Abrí los brazos mientras destruía los últimos pasos antes de pegarme a su cuerpo.

Estuvimos abrazadas sin hablar no se cuántos segundos.. para mi fue toda una vida. Los pixeles que nos habían separado por tantas noches ya no se interponían entre su piel y la mía. Con la cabeza en el espacio entre su cuello y su pecho, cerré los ojos para poder grabarme el olor dulzón y la presión de sus brazos en la memoria.

Finalmente hablé, o habló ella, no recuerdo. Quién habló primero, qué se dijo.. todo queda en segundo plano si tienes a la mujer que amas pegada a ti por primera vez en la vida.

Con su sonrisa y la mía, hubieras podido iluminar todo el pinche lugar.

No nos besamos. A mi me hubiera valido madres y a ella también, pero la prudencia salió de no se dónde, aunque el abrazo "sin filtro" obviaba la situación.

Mi hermana y la Roomie aparecieron un cigarro después, con mirada inquisitiva. La frase "Ella es Sol" salió de mi boca como si estuviera presentando la cura contra el cáncer y su sonrisa nerviosa me provocó pellizcarle los cachetes.

Nos agarramos las manos como 10 pasos después de salir de la estación y no nos volvimos a soltar mientras no tuvieramos que hacerlo. A pesar de mi supuesta incapacidad para permanecer de la mano de nadie desde que tengo uso de razón, la situación, lejos de parecerme forzada, me dio esa sensación de "meant to be" que venía buscando hace tiempo.

En una esquina cualquiera, justo antes de cruzar la calle, nos vimos a los ojos y nos besamos. Seguimos caminando, como si hubiera sido algo de "cada día". Y como ese beso, vinieron otros miles, sin tregua.

Su presencia a mi alrededor me resultó sumamente cómoda y hubiera podido jurar que llevaba toda una vida pasándole la mano por el pelo cada vez que decía algo lindo, o agarrándole la pierna por debajo de la mesa, o tomando un bocado de su tenedor, en el desayuno.

Cursi como nunca, sorprendí a mi hermana y a la Roomie derramando miel sin descanso, alienada con Sol cada pinche minuto. La luna apareció y desapareció, a mi jamás se me pasó la sensación de tener el estómago lleno de bichos volando como un torbellino.

Nos dormimos en la tarde, justo antes de irme. No logro recordar en qué momento nos acomodamos, pero cuando me desperté, quise no tener que volver a despertar sin ella. Las lágrimas me empezaron a salir, al principio calladitas y luego desesperadamente. Sol logró calmarme y me llevó a comer.

Una lágrima se me escurría de vez en cuando, a pesar de que sonreía de oreja a oreja. Maldije la impermeabilidad del cuero de su chamarra cuando dos gotitas de agua en su hombro me pusieron en evidencia.

Recibí "la llamada" que me advertía de los 15 minutos que me quedaban para tenerla cerca, antes de comenzar el trayecto de miles de kilómetros de distancia entre ella y yo. Traté de grabarme sus lunares, y la forma en la que alza la ceja, y el huequito al lado de sus labios, cuando se ríe, y la manera en la que la luz del sol pintaba sombras en su cara.

Comenzamos a caminar, despacito, hacia la inevitable despedida. Me solté a llorar antes de tiempo, justo en mitad del andador, con toda la gente y todo el ruido y todo lo que desapareció en ese momento. Una vez más, logró convencerme de respirar, de tranquilizarme y yo logré hacerlo, no se cómo, justo antes de decirnos no se cuántas palabras al oído.

- Te voy a dar un beso, chiquito, porque si no, voy a llorar de nuevo. Y luego me voy a ir.

Asintió sin soltar palabra y me apretó con fuerza una vez más.

En una esquina cualquiera, justo antes de cruzar la calle, nos vimos a los ojos y nos besamos. Seguimos caminando, como si hubiera sido algo de "cada día".

Cuánto la extraño...

miércoles, 25 de mayo de 2011

Mayor Que Yo..

Si, hay reggaetón en mi blog.

No, nadie me hackeó mi cuenta...

Una disculpa desde lo más profundo de mi corazón por exponerlos sin previo aviso a tan talentosos artistas, pero he de reconocer que la canción (suspiro) me gusta.

Confesarlo es como salir del closet a media misa. Del bautizo. Del jefe de tu papá.

La cosa es que...

Hace bastantes ayeres, conocí ésta canción vía mi mejor amiga de preparatoria. A ella si le gustaba cabronsísimo el reggaetón y entre las miles que escuchábamos por las tardes mientras hacíamos tarea, le agarré amor a "Mayor que yo"

¿La neta? No tenía a quién cantársela, sólo fue la "mala intención" que encontraba implícita lo que me hizo aprenderme la letra completita (hasta lo inentendible) y zangolotearme con la idiota de mi amiga, cagadas de risa.

Hoy, con el estrés encima, agarré un playlist medio sexosón mientras trabajaba y una cosa llevó a la otra. "Mayor que yo" a todo volumen y yo con una sonrisota en la boca.

P.D. Sol, mi novia, tiene la edad que yo tenía cuando la cantaba. De repente me siento miserablemente anciana.
P.D. 2 Te amo, aunque huelas a Ministerio Público.

domingo, 22 de mayo de 2011

Justificante..



No, no ando en la ausencia por andar cogiendo, cursileando o alargando llamadas con "Cuelga tu, cuelga tu primero". Aparentemente, no hay persona en el mundo que no le adjudique a mi relación con Sol mi falta de presencia escrita y física.

Resulta que es fin de semestre y todo lo que no hice en los últimos meses, lo estoy haciendo ahora. Todo me lleva el triple de tiempo porque de las 8 materias, sólo me gusta una. Entonces no me inspiro. Entonces no hago tarea. Entonces me da hueva despertarme. Entonces hoy estoy haciendo TODO y no tengo tiempo ni para rascarme la nariz.

Además, la neta, ando bien desmotivada con el producto de mis años de estudio, no siento estar aprendiendo absolutamente nada valioso, salvo por 3 horas a la semana. Y ya me falta un año, no mamar y las materias siguen empeorando.

En fin, supongo que es común entre los universitarios prontos a salir el sentirse sumamente inseguros... lo he escuchado una vez tras otra y no soy la excepción, aparentemente.

Agréguenle a lo anterior la visita larguísima que mi madre se aventó por el 10 de Mayo. Una semana com-ple-ti-ta en la que mi tiempo no era mío y tuve que skypear a medias y por ratitos con Sol, en mute y cuidando que la suegra no despertara.

¿Mal mes? No lo se, mal semestre en general.. hay poquitititas cosas que echando hacia atrás digo "valieron la pena", poquitititas pero ENORMES.

Algún otro día, probablemente mañana, estaré más inspirada.

Tengo ganas de escribir acerca de los bichos voladores la primera vez que vi a Sol, pero no quiero echar letras a lo bestia y que quede chafón.

Y ya, buenas las tengan.

sábado, 14 de mayo de 2011

Te las cantamos a ti..


El 1 de Mayo éste asunto cumplió cuatro años.

Aparte de ser una idiota, escribir es lo único que he hecho durante tanto tiempo. Aunque lo tenga mortalmente abandonado, he estado pensando mucho su existencia y el impacto que ha tenido en mi vida. Las miles de cosas que han pasado, he pasado y me han pasado, en que hay un backup de mis ideas desde que tengo 18 años.

¿Quién tiene esa suerte?

Bueno, sólo los cursis que escriben "Querido Diario" por las noches. Nunca pude hacerlo, no puedo ni llevar agenda.. es lo que me hace más maravillosa la idea de guardar letras y momentos.

Que queden muchas letras más y que la vida me de miel y mierda para seguir contando.

Felices cuatro años a mi y también a ustedes, asiduos lectores.

Buenas las tengan..

miércoles, 11 de mayo de 2011

Que me digan que no.

Esa es mi gran debilidad, lo confieso.

Puedo aceptar negativas por toneladas, crecí con eso. Pero no vaya a ser que yo quiera abrazarte y te quites, porque aunque no te diga nada, siento el madrazo.

Y de ahí para adelante, entre más corazón le ponga o menos ropa tenga encima, peor. Es casi lo mismo, para mi, desnudar el alma y desnudar el cuerpo.

Particularmente, prefiero hacerme la encabronada antes de mostrar las lágrimas, aun con lo llorona que soy. Entonces, según sea el caso, apreto la mandíbula, hago voz rasposa y aviento cosas, inclusive. Ésto en un performance completo de "me vale verga" que tengo dominado desde hace varios ayeres.

Las únicas veces que termina por no ser creíble es en situaciones específicas que procuro JAMÁS mencionar, por si cae en malas manos. No parezco convincente cuando entre el desmadrito se me escurren las lágrimas y no acepto abrazos.