También me gusta leer lo que piensan de lo que pienso. Comentarios, por favor!

sábado, 31 de octubre de 2009

Lágrimas Repentinas



"Lo mismo siento de ti, siento que no has cambiado, pero tampoco te recuerdo con nitidez. Aunque, pues, cuando te deje de ver me veías con ojos de amor y ahora ya no lo harás. Por primera vez veré tus ojos como todos los miran."


-Nube

martes, 27 de octubre de 2009

Twilighter


Hola, soy Goma y soy Twilighter.


Tan Twilighter soy que se lo que significa esa palabra: fan traumada con Twilight y las otras tres películas/libros que le siguen.


He seguido fotos, trailers, escenas presentadas en programas... entro a páginas (solo dos, lo juro) relacionadas con mi adicción para "cubrir" los avances de la película que sale el próximo mes.


Si, así de enferma. Mis amigos me burlan... me burlan en serio. Hay un post-it en mi puerta con vampiro dibujado y la frase "I (heart) vampires" hecho por mi roomie. Cada que pasamos cerca de la sección de libros de cualquier centro comercial (en donde, obviamente, en primera fila están los libros de pasta negra) yo me hago pendeja, pero invariablemente me llueven las frases punzo-cortantes.


La cúspide de la obsesión fue el viernes pasado que una amiga me mandó un mensaje: Consiguió tickets para la primera función del primer día de blah blah blah.. ¿de contrabando? No lo se... pero por poco me caigo de la cama: Voy a ver New Moon antes que nadie. Bueno, voy... vamos, yo y todas las otras decenas de pubertas con las que compartiré la sala.


Hoy vi a mi amiga en la escuela y la abracé con locura. Le dije gracias como mil veces y estuve a punto de postrarme a sus pies (ok, no...). Tanta euforia fue detectada a kilómetros por mi roomie, que no tardó ni dos segundos en lanzarme el primer "piiiiiiinche ñoña", y con toda la razón.


En fin... éste post es solo para presumirles eso: iré a la primera función.


Me la pelan!


Y ya.


Buenas las tengan.



P.D. No los traumé con mi obsesión desmedida por Robert Pattinson... la imagen es una muestra de respeto a la gente normal que no se trauma con películas y galanes adolescentes/pubertas a destiempo.

domingo, 25 de octubre de 2009

Mis manos


Tengo unas manos muy pequeñas, con deditos pequeños y uñitas pequeñas. Solo puedo recordar a una sola persona que tenga las manos más pequeñas a quien no supere en edad.


Mis manos son motivo de burla, muchas veces. Muchísimas.


Hoy mi hermana me dijo la burla más bonita:


-Tus manos se parecen a la pulpita de Nemo.

martes, 20 de octubre de 2009

Ésto es NO tener vergüenza...


Ahora resulta que Rosa Venus tiene versión "Simi"... Dadas las circunstancias, me pregunto ¿dónde lo utilizarán?

lunes, 19 de octubre de 2009

22° pintados de Gris.


Aire frío.. y se me enfriaron las puntas de los dedos.


Mientras caminaba, el aire me venía revolviendo el pelo. Que sensación tan placentera... Eso sumado al calor que emana la piel de entre la ropa es el contraste perfecto.


Y el olor a aire frío, que a la fecha no se como describir pero que me hace feliz y desdichada cada otoño y cada invierno. Y el sonido del aire corriendo contra mis oídos. Y el frío pegándoseme en la piel.


Claro, tanta felicidad sensorial tiene un precio: mi estado de ánimo se puso del color del cielo.


Es de siempre, o tal vez no de siempre, pero no recuerdo como era antes. Ni por qué empezó a ser así. Ni cuándo dejará de serlo. La situación es que cada que el tiempo cambia y el cielo se pone gris, y el aire se pone frío, y el viento se intensifica, es cuestión de horas (a veces de minutos) para que los años me empiecen a pesar, y las penas se hagan tangibles, y me invada esa extraña nostalgia que no logro comprender.


La nostalgia, en todo caso, es lo peor. La añoranza por algo que no existe más, o que aún no ha existido... o que tal vez, tengo muy claro, no va a existir. La sensación de soledad, de desolación, de vacío...


Mientras manejaba con los cristales abajo y el aire pegándome en la cara, empezó a sonar en mi cabeza "Just for now" y se me vinieron encima los últimos años. Se me hizo el corazón una bolita y las manos se me apretaron al volante.


Al llegar a mi casa abrí las ventanas de mi cuarto tanto como pude,me quité toda la ropa que sobraba y me tiré así en la cama. Sentí la corriente de aire y las sábanas frías contra mi piel recién expuesta, el pelo haciendo una cortina entre mis pupilas y la poca luz que quedaba del atardecer, mi espalda extrañando no recuerdo a quién y mi respiración llevando un ritmo marcado por el agua que humedecía mi almohada.


Duelen, los años si duelen... pero no como un golpe en la cabeza, si no como las reúmas en los días fríos.

domingo, 18 de octubre de 2009

Domingo por la noche..

Se me pasó la semana en chinga. De pronto estaba en viernes por la mañana, viendo el último capítulo de mi nueva adicción mientras me cambiaba la pijama por algo más decente. Luego las mil ocho mil horas de clase de mis viernes que se extendieron hasta el anochecer. Resumen: casi doce horas en la escuela.
Cuando llegué a mi casa solo quería una cosa: dormir. Y eso hice..
Mi sábado principalmente se centró en dormir, comer y hacerme pendeja. Y hoy.. practicamente lo mismo, salvo por una tarea bastante divertida por la tarde.
That's all, siento que no hice absolutamente nada (tal vez por que no lo hice). Muero de ganas de antrear, de bailar, de.. fuck, de hacer algo interesante. Un café en el centro, una antreada intensa, una plática hasta el amanecer... sin mencionar, claro está, la jodida desesperación que me entró hoy por la mañana cuando, de la nada, apareció nuevamente ese personaje mítico que se ha vuelto tan frecuente en mis sueños.
Y ya mañana es lunes, y tengo chorrocientas mil horas de clase, y mi madre sigue aquí y no hay para cuando emigre, y resulta que el individuo aquel que disque dejé ir me sigue moviendo el tapete.. no como que me amanezca pensando en el, pero cuando lo veo...
Y luego, que me di cuenta que hoy que soy sumamente manejable y apendejable, no por el individuo, el gracias a dios no tiene idea de cómo hacerlo, pero si lo soy por.. you know who you are. Cuestión de abrir los ojotes cafés y poner la pinche mueca de lado. Joder!
Ya, suficiente de reflexiones profundas por hoy.
Mañana es lunes y va a estar de la reputísima madre.
Buenas las tengan.

lunes, 12 de octubre de 2009


No se de dónde salió alguien igualita a ti.


Algunos centímetros más, algunos centímetros menos.. la voz diferente, jamás le llega a tus gestos y a tus ojotes, pero si me enchina la piel si la veo de reojo.


Tardé un poco en acostumbrarme a su presencia, en no decirle tu nombre, por que.. carajos! de por si soy despistada, y con esas cosas, y desconcentrada... Paré en seco más de una vez y corregí las sílabas antes de continuar hablando.


Hace unos días la tuve horas alrededor, al final de la tarde ya había comprendido y aceptado por completo que no eras tu: NO, NO, NO. Una vez tras otra. Ya la veía sin buscar que la luz se le reflejara en las pupilas, ya le hablaba sin esperar que hiciera una mueca de lado antes de contestarme. Ya era otra persona, al final de la tarde.


Pero para que la tarde tenga un final, tuvo que tener un principio. Muchas, muchísimas horas antes. Tantas, que la piel se me había puesto roja bajo el sol. ¿Cuántas veces se me ha puesto la piel roja bajo el sol junto a ella?


¿Dos?


¿Tres?


Suficientes para contar las horas y que no me alcancen los dedos de las manos.


No voy a decirlo una vez más, ya lo he dicho muchísimas veces sin obtener respuesta.


Tu sabes por qué me cagas cuando ella aparece.

sábado, 10 de octubre de 2009

Canción #10


Entonces, me amaneció contigo al lado, burlándote de situaciones tan estúpidas como la vida misma. El sol iluminaba el cielo como cuando prendes un foco detrás de una cortina.. suave, tenue, aún era de noche técnicamente, pero casi podía oler el día.


No podía ver tus ojos, pero si las sombras y los contrastes en tus gestos. El suelo y el cielo estaba lleno de gente durmiendo alrededor nuestro, lo que nos obligaba a reprimir las carcajadas y a taparnos la boca con las manos.


Tu boca arriba y yo boca abajo, cada uno en un extremo de la cama con una muralla invisible entre el dedo meñique de mi mano derecha, sobre la almohada y el ángulo de tu brazo detrás de tu cabeza. Veinte centímetros entre uno y otro, no más.


No planeaba tomar tu mano y meterla en medio de mi escote, como lo hice alguna vez hace mucho tiempo y muchas personas. Tampoco planeaba que nos besáramos tiernamente con la luna desapareciendo en la ventana. Ni que despertáramos abrazados. Nada de eso. Simplemente..


Después de hablar horas en medio de toda la gente bailando y haciendo ruido, hubiera esperado que en algún momento, entre la oscuridad, las almohadas y las risas, tus ojos se trabaran en los míos y te quedaras sin poder decir nada inteligente, al menos por un segundo. O que alargaras el brazo y el dorso de tu mano "accidentalmente" rozara por un breve instante mi hombro. O que dijeras mi nombre como iniciando una frase y después te arrepintieras de haberla iniciado. O que, en algún momento mientras estuve en esa fase entre dormida y despierta, alguno de tus dedos, el que sea, se deslizara por mi pelo, o siguiera las puntas de mis pestañas, o la línea de mi labio inferior.


No lo hiciste.


Cerraste los ojos y volaste lejos. Alcé una mano temblorosa y siguiendo el ritmo de tu respiración dibujé una línea desde lo alto de tu hombro hasta las puntas de tus dedos.


Justo en éste momento, doce horas después, estoy dejándote ir.

viernes, 9 de octubre de 2009

Invariablemente


Me gusta.


Me gusta bastante.


Invariablemente llega el momento en que me pierdo en tus ojos, o en tu boca, o en tus manos. Es una tontería, pero casi siempre es en tus manos. Las mueves como si estuvieran en el agua, como si fueran un pez siguiendo la corriente. Tienes los dedos largos y rectos, perfectos. La piel dorada, suave.. Más de una vez perdí el hilo de la conversación por quedarme perdida en la punta de tus dedos.


Invariablemente llega el momento en que digo algo que se que te va a molestar y en medio de la risa de todos, me vas a voltear a ver con los ojos entrecerrados y esa mueca de malo que me hace reírme a carcajadas. No se si es de nervios o de risa.


No lo se, últimamente no se nada.


Invariablemente llega el momento en que cobras venganza de alguna de las muchas veces que provoqué que me vieras así, como me gusta. Y dices algo desde el otro lado de la mesa, y yo me quedo viéndote apretando los labios entre las risas de todos; luego los abro para contestarte algo que te mate pero no lo logro.. y los cierro, sin emitir sonido alguno, indignada.


Entonces, invariablemente, me miras con gesto levemente culpable y me sonríes como si fueras inocente.


Y lo creo, en serio.


Invariablemente llegará el momento en el que me tengo que ir, y ofrezco llevarte, y tu aceptas. Al contrario de mi día con día, los demás me rebasan a mi, en lugar de yo a ellos, y no me paso ningún semáforo en amarillo. Jugando bien mis cartas para que los minutos en los que te tengo sentado justo al lado se multipliquen.


No dices nada fenomenal, yo no digo nada inteligente. No pestañeo creando corrientes de aire, tu no finges un bostezo para abrazarme. No me juego el pelo, ni me mojo los labios con la lengua, ni me hundo en risitas estúpidas.


Tu no lo sabes, no sabes que me gustas.


Que me gustas bastante.


Invariablemente llega el momento en que tengo que apretar el botón (maldito botón..) para quitarle el seguro a tu puerta y ver como tus dedos logran en un breve movimiento deshacerse de la trampa. Me cuesta hacerlo, tanto que tartamudeo un poco.


Invariablemente quedaremos de vernos mañana, bajarás un pie y te girarás hacia mi para despedirte.


Invariablemente a mi me dará por pedirle a todos los santos que, sin pensártelo mucho, deslices tu boca hasta la mía.


Y que me digas que te gusto.


Que te gusto bastante.

sábado, 3 de octubre de 2009

Dos Sílabas


Llegué a mi casa más cansada que cualquier sábado de trabajo en pleno sol, probablemente por mode mental que me he traído hace unos días y que explicaré, tal vez, en un post próximo.


Me tiré en la cama, sepultada entre almohadas y cojines, y mi respiración cambió. Inhalar, exhalar.. profundo, lento, como si la vida se me fuera en ello. Pocos minutos después, estaba dormida.


Y me encontré justo afuera de mi antigua casa, con un papelito, un lápiz y aparentemente, una aflicción monumental por encontrar, a como fuera, a "esa persona" de una vez por todas. ¿Cuál era el plan? Presentarme al mundo, claro.


La idea consistía en escribir en el papelito algo acerca de mi y dejarlo a la suerte, esperando que en algún momento no tan lejano "esa persona" fuera la que lo encontrara, lo leyera y fuera mágicamente llevada a mi. Como mensaje en la botella. Lo se, es ridículo, pero es mi sueño y no podría haber sido de otra manera.


La cuestión es que comenzaba a escribir en el papelito, sin apoyo ni nada, solamente en mi mano. "Me gusta caminar por ahí, con la mente en blanco, también me gusta caminar para pensar..." Cualquier simpleza de ese tipo, pero siempre relacionado a mi gusto por caminar sin rumbo, solo por el placer de hacerlo. Mientras lo hacía, tenía conciencia vagamente de que iba avanzando y que algo había cambiado, pero no hice más por entender qué hasta que despegué los ojos del papel.


Eran tres cuadras, tres... a lo largo de las cuales el papelito en el que había comenzado a escribir se había alargado y quedado en el suelo en una línea que terminaba justo en mis manos. Me llamaba un poco la atención, sobre todo por que según mis cálculos lo poco que había escrito no alcanzaba ni para avanzar una sola cuadra. Lo dejaba pasar y clavaba mi mirada en el papel de nuevo, para comenzar a escribir.


Y escuchaba mi nombre a lo lejos, pero como es mi costumbre, no volteo hasta la segunda o tercera vez (hay demasiados nombres que suenan igual). Lo escucho de nuevo y ésta ves si volteo. Lo que veo me deja helada: una persona... una mujer tomando el otro extremo del papel. Se me tensa la espalda. Trato de voltear de nuevo para huir hacia el lado contrario, pero tengo los pies clavados al suelo. El sol me da en la cara, pero puedo verla perfectamente. Ella viene caminando hacia mi con una sonrisa en la boca, la cual se convierte en una línea recta cuando llega a donde estoy y nota mi expresión.


Su expresión cambia totalmente, puedo verla contrariada por mi reacción y me dan ganas de explicarle que solo estoy nerviosa, pero no me salen las palabras de la boca. Me limito a relajar el gesto lo suficiente para poder mostrarle una sonrisa, o por lo menos el intento de eso y veo como el suyo se relaja también.


Comienza a hablar. Me dice que leyó lo que había en el papel y lo siguió un poco hasta que se dio cuenta que yo seguía tomando el otro extremo, me dice que me quiere conocer y me dice su nombre. Yo... yo no digo nada, solo asiento con la cabeza.


Antes de despedirnos, quedamos en vernos algún día, pero no recuerdo cual.. era pronto y no iba a ser la única vez, es de lo único que tengo idea. Entrecierra los ojos y ladea la cabeza, sonríe un poco. "Entonces...nos vemos después". Ella también está nerviosa, se muerde el labio.


Me despierto, mejor dicho, me despiertan.


No puedo recordar su cara, ni sus ojos, ni su pelo... ni siquiera su tono de voz. No puedo recordar nada. No puedo recordar su nombre. ¿Dos sílabas? Creo que si.. pero no recuerdo cuales.