También me gusta leer lo que piensan de lo que pienso. Comentarios, por favor!

martes, 29 de septiembre de 2009

Cuentame algo


Pero algo que no sepa nadie.


Esa pregunta ha existido siempre en mi cabeza. De acuerdo, no siempre, pero no logro recordar en qué punto de mi vida se integró a la lista le preguntas que considero importantes.


Me he encontrado con muchas personas en los últimos veinte años, algunas de ellas han desarrollado un rol imprescindible en mi vida, algunas solo van de paso. A algunas las conozco desde que tengo uso de razón, algunas hace horas. Con algunas hablo cada año, cada mes, cada tres horas. A algunas las veo diario y son sumamente lejanas a mi. A otras, cada seis meses, o cada dos años, o una sola vez en mi vida, o ni una sola.. pero han estado ahí "siempre".


Sin embargo, no se bajo que criterios de selección, solo a unas pocas les he pedido eso, que me cuenten algo que nadie sepa. Y de esas pocas, más pocas aún me han respondido lo que les pregunto sin irse por las ramas. Tan pocas que las puedo contar con una mano y sobran.


Y a esas, justo a esas es a las que hay que temerle. Me tienen comprada. Totalmente. No hay forma alguna en las que pueda negarme si realmente se proponen a que acepte. No hay razones suficientes para decir que no, jamás, si se toman dos minutos de su tiempo para contarme justo con las palabras adecuadas algo que nadie sepa.


Todo mi pinche carácter se ve reducido a un papelito insignificante en la palma de su mano, que pueden hacer pedacitos y tirarlos por ahí, tan solo con tres segundos de silencio y el argumento adecuado, o la frase.. o la palabra.


Gracias a Dios, de esas poquísimas a las que hay que temerles, una sola se sabe con ese don de "domar a la fiera", o por lo menos una sola ha descubierto cómo hacerlo. Maldición y bendición al mismo tiempo, sentirse totalmente expuesta y vulnerable.. pero también con esa conexión tan única.


Maldición y bendición, pero últimamente ansío más de la cuenta que, de repente, alguien llegue y descubra cómo hacerlo.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Agua de Mar


Lo primero que sentí fue el suelo frío contra mi espalda. Me senté de golpe mareándome un poco, al mismo tiempo que llenaba mis pulmones de aire bruscamente, provocando que comenzara a toser.


Esta vez recuerdo todo como si hubiera mirando a través de una cortina de humo, o como si me hubiera estado arrastrando una ola... o como las dos cosas al mismo tiempo.


Había agua, ciertamente.. arena bajo mis pies. La brisa que llevaba la sal hacia mis labios también hacía que me temblara la mandíbula y que tuviera mucha sed. Iba caminando en medio de la noche con las pequeñas olas estrellándose contra mi, despreocupada, sin que me pesara ni un poco siquiera el terror que en realidad me provoca el no poder ver mis pies a través del agua.


No solo no veía mis pies, no veía nada. El agua era muy clara, pero la noche era tan oscura que no dejaba mirar. Las olas seguían estrellándose contra mi y el agua fría salpicandome era como una droga.. me hacía partirme de risa una y otra vez, mientras tu no dejabas de verme con una sonrisa en los ojos, tomándome del brazo como una niña pequeña, cuando en medio de la euforia hacía el intento de caminar hacia adentro.


El viento comenzaba a soplar, de repente, haciéndome un remolino en el pelo, enredándoseme en la cara. Me empujabas un poco, girándome los noventa grados necesarios para estar en contra del viento y el mar. Los mechones que se habían desacomodado sobre mi cara corrían hacia atrás, dejando un zumbido en mis oídos mientras yo veía maravillada la confusa línea divisoria entre la oscuridad del cielo y la del agua.


Y entonces, cerré los ojos, me sumergí hasta que el agua me cubrió la cabeza y comencé a dar brazadas pequeñas. Abrí los ojos y la sal me quemó un poco, no pude ver nada.. entonces, las cosas se volvieron más reales: el miedo apareció.


Angustiada, traté de ponerme de pie de nuevo, pero no pude llegar al suelo. Aun consciente de ser capaz de flotar, no pude hacer más que moverme sin control y querer llorar. No podía ver nada, justo como hacía unos segundos, pero ahora en lugar de eufórica, estaba aterrada.


Sentí un jalón fuerte en el brazo, y eras tu, con la expresión que tendría alguien que te advirtió que no jugaras con el encendedor justo en el momento que la llama te quema los dedos. Alcé los brazos hasta que logré aferrarme a los tuyos desesperadamente, enterrándote las uñas mientras te escalaba, buscando salir tanto como pudiera del agua.


Avanzaste hacia la orilla sin soltarme aún cuando pude caminar sin hundirme, aun cuando el agua me llegó al tobillo, aún cuando me empujaste hacia la arena y me hiciste sentarme. Solo cuando yo solté mis manos de tu brazo, dejaste caer las tuyas en la arena.


Me sentía como una tonta.. me perdí en el horizonte para no mirarte, mientras me escurría el pelo. Cuando terminé, clavé la mirada en mis manos, y por nada, o por todo, sentí como me iban cayendo encima los efectos secundarios del miedo, y del agua, y del frío, y de la noche... y lloré en silencio, queriendo que no te dieras cuenta.


Probablemente lo sabías, que me daba vergüenza, que hubiera preferido escucharte decir "te lo dije", que era humillante sentirme la damisela en apuros. Desviaste la mirada pero te quedaste, por que probablemente sabías eso, pero también que las ganas de que te dieras cuenta iban a aparecer en cualquier segundo.


Cinco.

Cuatro.

Tres.


Arrastré mi mano hacia ti, hacendo surquitos en la arena, hasta que mis dedos toparon con los tuyos. Volteaste hacia mi bruscamente, haciéndome notar tu enojo y te quedaste inmóvil aun cuando me recosté sobre tu hombro. Tarde o temprano, escuché como suspirabas con irritación, mientras tu brazo se enrrollaba a través de mi espalda. El olor te tu cuello mezclado con el agua de mar pareció duplicar las lágrimas y los sollozos, mientras sentía las idas y venidas de tus dedos, dibujando líneas y luego figuras sobre mi piel mojada.


Entonces, abrí los ojos y no pude sentir más que el frío contra mi espalda y los espasmos irregulares de mi diafragma, tratando de controlar una tos incontrolable.

jueves, 24 de septiembre de 2009

¿Que incluye qué...?


A como están las cosas, yo me apuntaría nomás por el polvo.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

My cold feet


Había pasado tanto sin que nadie me hiciera recordar tanto, que había olvidado, sin querer, como era cuando se me caía la cobija.


Hace un rato, se me destaparon los pies y tuve frío. Justo ahora estoy luchando contra los pliegues de tela suave y acolchada para volver a taparlos. Me queda muy chica, lo sé, pero no tengo muchas más opciones que ésta (dormir sin cobija, por ejemplo, es una de ellas).


Casi logro terminar de tapar mis pies, pero no estoy segura si quiero hacerlo. Es una tontería: no hay nada más incómodo que pies fríos. Además se que si no los tapo, invariablemente me enfermo, cayendo en un espacio de tiempo tirada en una cama, entre kleenex, almohadas mojadas y ganas de no levantarme nunca más de ahí.


Pero es que el frío, de a poquito, sucede que es muy agradable. Casi llega a gustarme mucho la sensación de escalofríos que me hace sentir el tener mis deditos al descubierto. Mi piel, tan aletargada siempre, tan aburrida, tan inmóvil, le da por erizarse y mandar descarguitas de algo parecido a la electricidad directo a mi espalda.


¿Escalofríos? Cada vez que pienso en ellos, me acuerdo de alguna de las mañanas cercanas a mis 16, sentada en el fondo del salón de clases y con la cabeza en las nubes. Nunca sentí tantos escalofríos como aquella vez.


Mierda.. la cobija se volvió a correr. Mi pie derecho casi estaba dentro y ahora vuelve a estar congelado.


¿Qué pasaría si me quito la cobija del todo?


Nunca lo intenté. Desde que logré acomodarme bajo sus mínimas dimensiones, he tratado cada segundo de mantenerme ahí. Después de lograr que mis manos dejaran de temblar y que mis dientes dejaran de chocar compulsivamente unos contra otros, no he hecho más que tratar de mantenerme así.


Pero.. ¿y si me la quitara completamente? ¿me moriría?


You, Pancake (:

martes, 22 de septiembre de 2009

Pero siempre tiene que terminar mal...


El día: precioso.


Nada deslumbrante, ni chispeante, ni eufórico, pero con ese sabor de boca agradable. Not too cold, not too hot, la clase sobrellevable, el desayuno decente, plática amena, risas regulares. Una compañera que usualmente me desespera por ser "a little bit too happy" me pidió ride y se lo di sin chistar, hasta su casa.


Llegando a mi casa, recibimiento de mi gatita desde la ventana, un intruso familiar que está aquí desde el domingo me recibe también y me da a entender que preparara la comida.


-Abue, mi hermana viene hasta las cuatro, son la una y media...


Lo siento, estoy totalmente desacostumbrada a hacer las cosas en cualquier otro horario que no sea CUANDO YO QUIERA. Aun así respiro, saco un bolis de limón del refrigerador y me dispongo a ver Friends, a relajarme... escucho tragines en la cocina y mensajes subliminales de "estoy haciendo comida, ayudame", pero yo no hago comida tan temprano.. ni me complico tanto al hacerla, así que.. paso olímpicamente. No tengo por que ponerme a picar cebolla, tomate y ajo, licuarlo y hacer salsa verde, si tengo tres latas de mi favorita en la alacena.


Justo en ese proceso, hace la sugerencia nuevamente de ir al super, como ayer, y le digo que si termino temprano las cosas de la escuela, la llevo. Insiste, insiste una vez más al ver que era el último tomate, le doy el avión al percatarme que la ensalada caprese que tenía pensada para la cena se fue al carajo. Respiro hondo y me juzgo de temperamental por sentir que me invaden solo por que no cenaré ensalada caprese.


Me dispongo a estudiar, pero está en mi cuarto viendo TV. Paciencia, paciencia.. me pongo los audífonos. Leo uno, dos, tres párrafos.. escucho entre los decibeles de Tim Deluxe una voz que comenta algo. "¿Qué?", pregunto confundida, y comienza a decirme una lista mental de lo que hace falta a mi alacena. "Yo no lo necesito, lo necesitas tu", pienso, pero contesto algo mucho más amable y le repito que si termino de estudiar, la llevo. Me insiste dos veces más: una cuando me paré al baño y otra cuando me quité los audífonos por que la escuché apagar la TV.


Mientras leo, me voy perdiendo en mis propios pensamientos, hasta que no se en qué momento, me sorprendo pensando en sexo. Intento seguir leyendo y me desconcentro cada dos líneas. Algo hay que hacer para conseguir concentrarme en lo que debo. Estoy sola en el cuarto, puerta cerrada... tengo el cuidado de apretar silenciosamente el seguro.


Justo unos segundos después de que la respiración se me disparara, escucho como la manija gira hacia un lado y hacia el otro. La situación se va directito a la chingada cuando escucho su voz pidiéndome que le abra. Me cierro el pantalón y abro la puerta.


- Ya estoy lista, vamos al super.

- No.. NO!


Si había alguna posibilidad de ir al terminar de estudiar, ésta se acababa de joder al invadir MI espacio en el momento incorrecto, en la situación incorrecta. Puerta cerrada con seguro, ¿no le dijo nada? ¿es que tengo que poner un colguijo en la puerta que diga "Ando horny, disculpe las molestias"? Me excuso lo menos agresivo que puedo, argumentando que aun me queda mucho que estudiar.. aunque no sea cierto. Regreso a mi escritorio y clavo la vista en mi libreta, berrincheando discretamente.


Me empieza a cagar todo lo que no me cagó en el día, terminando con broche de oro con la interrupción detestable que acaba de ocurrir. Probablemente no hay nada que me cague más en el mundo que me interrumpan en situaciones como esa, con o sin compañía. Una vez, incluso, me fuí de casa de mi ex emputadísima por que le contestó a su amiga dos veces seguidas.


Sigo haciendo berrinche un rato más, y luego, se me pasa. Sin embargo el sabor de boca no es tan fresco como al inicio del día, y me quedo con esa sensación cagante de invasión, de NECESIDAD de privacidad, de ganas de ponerle seguro a la puerta y no abrir ni aunque la pateen.


Y ya.


Buenas las tengan.

12 horas después...


Ayer, justo terminé de postear, me tiré en el suelo de mi cuarto boca abajo, sintiendo el suelo frío contra mi cara. Estaba comenzando a perder conciencia, cuando mi madre me llamó... le dije dos frases y una despedida rápida, escuchando antes el "llámame cuando te despiertes". Volví a cerrar los ojos y, milagrosamente, me dormí.


No se bien cuántas horas después, me paré de ahí y me tiré a mi cama. No moví un músculo más después de que caí atravezada en ella, ni uno solo.. no acomodé los brazos, ni me moví hacia los lados, ni nada. Estaba tan dormida que quedé como si me hubiera caído de un edificio de tres pisos.


Hace un rato di un respiro largo y profundo, y abrí los ojos en la oscuridad. Me quedé sin moverme unos minutos. Estiré el brazo hasta mi bolsa trasera del pantalón, saqué el celular y lo abrí: 5:30 AM. Me giré para quedar boca arriba y seguí inmóvil un poco más, tratando de sacarme toda la niebla de la cabeza.


Cuando logré despertar del todo me di cuenta que me moría de sed, que tenía la vejiga a reventar, que no había ido al taller de la tarde, que no había hecho la tarea, que no me bañé, ni me cepillé los dientes, que debía tener el delineador como un panda, que mi pelo debía estar afro, que no metí la comida que sobro al refri, ni lavé los platos, ni le di de comer a mi gatita.


Aun con todo ésto encima, me tomé mi tiempo para estirarme, bostezar dos veces y sentarme inmóvil en mi cama a recuperar el equilibrio.


Me siento taaaaaaaan relajada y chispeante después de 12 horas durmiendo.


Justo ahora, el amanecer se ve en mi ventana... hoy tiene que ser un buen día.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Horas de Sueño


Sábado: Madrugar, trabajar bajo el sol, película con los amigos, y luego...Insomnio, insomnio, insomnio. (Horas de sueño: 3)

Domingo: Madrugar de nuevo, trabajar bajo el sol desde que salió hasta que se puso, insolación, hambre, pizza, tarea culerísima y estresante, desvele.. y luego insomnio, insomnio, insomnio. (Horas de sueño: 2)

Lunes: Madrugar una puta vez más, intentar trabajar bajo el sol, fallo de equipo, resignación, clases, siesta grupal en un pasillo de la escuela, clases, clases, clases, hambre, meat loaf.


Resultado: Debido a que he dormido en dos días menos de las 8 horas recomendadas para uno, las últimas 20 horas me la he pasado en un estado zombie que va degenerándose conforme pasan los minutos, pero.. ¿por qué no? justo ahora que tengo una cama y no mucho que hacer de aquí a las 8, no puedo dormir.


Si, ya intenté acostarme y relajarme y respirar y contar borregos y vacas y jirafas y ballenas y cada pinche mamífero que se me vino a la cabeza. Supongo que es una reacción de mi cuerpo para permanecer medio viva a pesar de que las pilas se me terminaron hace rato ya.. como cuando a un bocho lo hacías seguir andando con el puro olor a gasolina.


Que mierda!


Y ya, buenas las tengan.


sábado, 19 de septiembre de 2009

Tiempo a solas.


Estaba en algún lugar, del tipo de Samborn's, cenando con personas (hombres y mujeres) que, supongo, eran mis amigos, pero incluso aunque me parecían familiares, no podía reconocer a ninguno. Estábamos todos sentados en una de esas mesas de sillón semicircular, yo estaba sentada en una de las puntas y solo había un chavo parado detrás de mi, a pesar de que había lugar aun. En eso, uno de los hombres se quedo viendo en mi dirección con una expresión bastante difícil de leer, se levantó y caminó hacia donde yo estaba, con la vista perdida justo detrás de mi.


Al voltear, con las manos hacía un gesto justo enfrente de la cara del chavo que estaba detrás mío, sin que el mostrara ninguna incomodidad. "Aquí está, lo puedo sentir un poco en ocasiones", mientras marcaba con las manos nuevamente frente a su cara, sin tocarle.


No comprendí que pasaba, y me giré a seguir platicando. El tipo volvió a su lugar en seguida y el que estaba detrás de mi, un poco después, se puso de cunclillas a mi lado. Supuse que estaba cansado, y cuando me giré a preguntarle si quería que me corriera para que se sentara, vi de reojo como el mismo tipo de hace rato señaló de nuevo hacia donde estaba el otro.


Desvié la mirada, comprendí hasta cierto punto que, en realidad, el no estaba entre mi grupo de amigos y que nadie podía verlo aparte de mi. Al mismo tiempo, me explotó algo dentro y sentí una extraña conexión entre el y yo, como si hubiera existido desde siempre, y quise poder desaparecer a todos a mi alrededor para que el me explicara, tenía que explicarme todos los por qué's que tenía en la cabeza.


"Siempre lo tuve enfrente, jamás me imagine que fuera el". Pensé eso y no entendí por que lo había pensado. Me sentí desesperada por irme, por obtener respuestas, pero no se por que razón, también por estar con el, por no tener que ignorarle.


-Me voy, necesito estar sola.


Me levanté y empecé a caminar con la mirada de todos clavada en mi espalda. El se levantó justo después de mi, y me siguió de cerca, mientras, en voz alta y sin preocuparse por que alguien pudiera escucharlo, dijo inclinándose hacia mi:


-Eso significa tiempo a solas para ti y para mi.


viernes, 18 de septiembre de 2009

I AM READY!


Hablaba ayer con un amigo de mi imposibilidad para.. esperar.


Supongo que esa es la palabra, refiriéndome tanto al aspecto de aguardar, como al de permanecer esperanzada.


Justo ahora, lo único que queda un poquito menos dañado es el segundo aspecto.. del primero ya queda poco sin que esté contaminado de locura y ansiedad. O tal vez es al revés y lo que debería de hacer es arrugar en una bolita y tirar a la basura la esperanza tan absurda y magnificada, para así dejar de aguardar de forma irracional.


Y es que... estoy lista! Coño, de verdad que lo estoy. Ya no quiero huir, por lo menos estoy lo suficientemente consiente de la situación como para parar de correr tan pronto me de cuenta que lo estoy haciendo, si es que se volviera insoportable para mi alter ego anti-compromisos que aun aparece muy de vez en cuando entre las cenizas.


Ya no puedo seguir tronándome los dedos, ni mordiéndome las uñas, ni mirando al infinito desde el segundo piso del edificio donde tomo clases todas las mañanas. Ya no puedo seguir despertándome casi cada amanecer con ese sentimiento de abandono, cuando en realidad no ha habido un solo ente tangible entre mis sábanas en todo éste tiempo. Ya no puedo extrañar el calor, si no lo ha habido. Ni el olor, ni la textura, ni el sabor, ni la sensación.


La eternidad se nos acaba. Apúrate carajos!

martes, 15 de septiembre de 2009

Martes de berrinche 2x1

Después de hacer un berrinche monumental dentro de mi cuarto, a puerta cerrada, por un motivo que no puede ser otro que mi madre... me quedé encerrada la pinche noche entre semana que tenía destinada a la perdición. Whatever, no daré muchos detalles por que el berrinche puede resurgir.

Me tiré en la cama con la lap en las piernas, con "Where is my mind" de fondo y saludé a un amigo en el msn, con el que invariablemente me divierto cuando hablamos. Tanto el como yo no andábamos en el mode de desmadre y empezamos a hablar acerca de "ser normal". Si, muy emos:

- A veces me gustaría ser de las que sonríen siempre, con cara de gente bonita y educada, de buen carácter, recatada, you know..
- Si, pero cuando veo gente así me da curiosidad ¿a poco pueden ser así todo el tiempo?
- A mi también..pues.. así debí haber sido yo, salvo por que salí falladita.
- Jajajaja, nel, fuiste un modelo que se vendió en otros mercados, no eras destinada para el mercado local.

Se me hizo un nudo en la garganta y sentí como se me tensaban los músculos de la cara. En menos de dos segundos tenía las gotitas de agua salada desbordándome de los ojos.

Que intensa ando...

lunes, 14 de septiembre de 2009

FAIL

Fail: Cubrir una cubeta con papel lustre azul marino NO la hace desaparecer.


Fail: Conectar un multi-contacto en sí mismo NO lo hace funcionar.

Fail: Simular un bigote con la manija de la cajuela NO atraerá público drag queen.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Improvisando: ¿Segura?

Escuchó sus pasos subiendo la escalera, y después, acercándose a la puerta. El débil sonido de sus nudillos contra la madera llenó el cuarto en silencio y en penumbras. Respiró hondo dos veces y se estiró para bajarse de la cama, donde había estado abrazando sus piernas y con la frente entre las rodillas desde mucho antes que el sol dejara de entrar por las ventanas. Atravesó el pequeño espacio que la separaba de la puerta, y con la mano en la cerradura, respiró hondo una vez más, sintiendo como una gota de sudor le corría por la espalda.

Al abrir la puerta, la luz le llegó a las pupilas de golpe, haciéndola bajar la mirada. Aprovechó esos segundos extras para tratar de controlar la expresión delatora que iba a dejar sus nervios en evidencia. Era lo que menos convenía justo ahora que, finalmente, había logrado convencerle de que no era una niña y de que su decisión no estaba basada (por lo menos no del todo) en los estrogenos que le invadían cada célula, cada vez que apretaba su cuerpo contra el.

Levantó la mirada al escucharle suspirar impaciente y se topó con sus ojos observandola con ansiedad, sin embargo, con una postura que evidentemente pretendía reflejar despreocupación, recargado contra el marco de la puerta. Inversamente proporcional a la posición rígida que había tomado ella, aun aferrada con la mano derecha a la cerradura.

- Hola

"Hola", debió haber salido en respuesta de sus labios, pero la voz se le quedó trabada en la garganta, mientras tensó la mano en un puño para disimular los dedos temblantes. Intentó relajar las líneas de su frente y mostrar una sonrisa enorme, equivalente a la respuesta. Los nervios estaban agotando su aparente calma, le costaba controlar la respiración y el temblor de sus manos, pero la sonrisa fue fácil: era totalmente sincera.

El también reemplazó el gesto ansioso que mantenía y le devolvió la sonrisa, mientras le cubría el puño con la mano, para después deshacerlo con facilidad y entrelazar sus dedos. Dejó de mirarle a los ojos para contemplar sus manos unidas, y mientras lo hacía, el gesto se le descompuso por un momento, momento que fue más que suficiente para que el pudiera notarlo. Intentó ocultar la evidencia inclinándose sobre su hombro para romper el contacto visual, sin embargo, no fue suficiente. El la tomó de los brazos, separándola y se miraron por largo rato.

- ¿Estás segura?

jueves, 10 de septiembre de 2009

Without You I'm Nothing - Placebo



Canción para mi Güera..

No me hubiera gustado dedicártela jamás, en serio.. pero resulta que las cosas no siempre son como me gustan.. como nos gustan, atreviéndome a hablar y tronarme los dedos por mi y por todos los demás alrededor tuyo.

Te vemos sonriendo, como si de verdad nos engañaras, y se nos revuelve el estómago. No lo logras Güera, a algunos cuantos tal vez... a mi no, a tus amigos no. La rabia nos está dejando cada vez más cicatrices en las palmas de las manos, por tanto apretar los puños y dar golpes al aire. Tu sonrisa, lo único que logra, es que se nos escurran las lágrimas con los puños apretados de pura impotencia.

Hace poco me dijiste, con una sonrisa en la boca, que mis ojos no me dejaban engañarte. Pretendí engañarte, hacerte pensar que todo lo que lograbas detectar no era más que cualquier desvarío de tu imaginación...pero tu sabías que había algo detrás de mis ojos. Aceptarlo hubiera sido fácil, salvo por que eras tu misma el motivo de mis lágrimas contenidas y de mi cara de velorio. Tu, tan frágil y tan rompible, en manos de ese inepto. Me fui antes de que se te cayera la sonrisa en pedazos y dejaras ver la mueca de dolor que traías debajo... y doy gracias por eso, por que hubiera sido inevitable que al verlo le soltara todo el sentimiento traigo entre las víceras.

Yo se, lo menos que hubieras pensado de mi es eso, mi actitud no ha sido la de siempre para/contigo.. no estabas delirando, si estoy diferente. La situación es que llegué al punto de no soportar un segundo más el verte haciéndote polvo junto a el, no solo como si fuera una opción, si no como si fuera la única. No lo soporté.

Sin embargo, estaba bastante consiente que en "la plenitud" de su regreso, lo único que iba a lograr era que pensaras que me preocupaba más de la cuenta, es más, probablemente aun lo piensas mientras lees ésto.

Yo he estado ahí, en ese lugar desde donde ves y escuchas todo a través de un filtro rosa opaco que lo retuerce todo. Las palabras de las personas a tu alrededor parecen estupideces sin sentido que, al principio, te entran por un oído y te salen por el otro, y entre más las escuchas, más comienzan a irritarte, a querer que se callen.

¿Por qué? Por que eventualmente todo lo que escuchas va teniendo sentido, pero no precisamente quieres que lo tenga, no precisamente quieres que te provoquen duda, no precisamente quieres creerlo. Va contra todo lo que prometiste, contra TODO. Se te hace inconcebible el pensar, siquiera, en romper tus palabras en pedacitos.

Lo se, todo eso lo se. Todo eso, y toda la confusión que traes dentro. Un fracaso más, aún cuando diste todo tu ser para que ésta vez si funcionara. ¿Qué esperanza queda? ¿Luchar y morir en batalla? Serías capaz de hacerlo, estoy consiente, así como lo estoy también de que mis palabras serían de poca utilidad justo ahora que te encuentras justo en el centro del anfiteatro.

No has escuchado a nadie más, no tendrías por que haberlo hecho conmigo. Lo se, no es la mejor manera, el estar lejos de ti, pero es la única que puedo controlar. De haberme mantenido cerca y dejarte decirme todo lo que tenías que decirme, lo único que hubieras conseguido es tener a tu lado un ser irracional y sobreprotector, que hubiera explotado más de una vez en vano, tratándote de alejar a tirones del fuego.

No me hubieras escuchado decirte que estás siendo una tonta al pensar que absolutamente todo es tu culpa, cuando te he visto mutar en algo que no conocía para mantener la relación a flote, que también, por otro lado, te has convertido no en una causa, si no en un efecto de cada movimiento que el hace, que estás totalmente obsesionada con rescatar a alguien que no quiere ser rescatado, que el NO va a cambiar por mucho que lo ames, y que, definitivamente, la perspectiva desde la que ves tu relación es irreal, detrás del filtro rosa opaco que magnifica las pocas cosas buenas y desaparece todo el caos que te revuelve.

Estoy, y te quiero como siempre... a pesar de que mis minutos contigo se han vuelto vacíos, insustanciales. Y voy a estar y a quererte no importa lo que decidas y cuándo lo decidas.

Estamos a la expectativa, Güera, con los brazos extendidos y las palmas hacia arriba, listos para agarrarte entre todos en cuanto te decidas a soltarte de la rama de la que te encuentras aferrada.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Hielitos


El fin de semana estuvo intenso.


Por primera vez en los dos meses de encierro y el mes de recuperación, me dieron ganas de agarrar la botella y no soltarla.


Una fiesta acentuó mi mode "Party on" y me largué con mi blusa nueva a echar desmadre con mis amigos. Me llevé a mi hermanita principalmente por tres motivos:


+Para hacerla feliz.

+Para que debutara en sociedad.

+Para que me cuidara.


Las dos primeras fueron un éxito, la otra, no tanto. Sobre todo no después de cierto número de fondos y otros tantos vasos a galope. Me seguía, me acompañaba al baño, andaba pendiente, si.. pero en algún momento encontré a mi "hermano perdido", un cuate que en la vida había visto y que era mi alma gemela para el desmadre. Ustedes saben, los efectos del alcohol.


No se como ni cuando, cantábamos abrazados, mientras echábamos grandes tragos a los vasos fosforescentes. Tampoco se en qué momento me encontré lanzándole hielitos a la boca, y luego, metiéndonos hielos entre la ropa. Bastante torpe, trataba entre carcajadas de tener suficiente control en el enorme límite de mi escote.. pero los hielos me entraban hasta por la espalda, y luego el asunto lo respiré bien diferente.


Entre juego y desmadre, el cuate se me acercó bastante más de lo que ya estaba y sentí su cara lo suficientemente cerca para recobrar tantita conciencia. Le puse una mano en el pecho y lo mantuve a la distancia que mi brazo me permitió. Entre el alcohol y el buen humor, solo senti tambalearme tantito hasta que la pared tocó mi espalda y luego me despedí de el con una mano en alto.


Nada más pasó, pero lo que me sigue raspando es no haberme acordado de casi nada, hasta que mi hermana me lo fue recordando y yo fui dando flashazos.


Moraleja: NO dejar que tu hermana te cuida en una fiesta, sin advertirle que no es un comportamiento normal ni permitido el estar zorreando con un wey.



martes, 8 de septiembre de 2009

Turd in the sandbox


Estoy un poco de mal humor...

No hay causa directa, pero supongo que el que no haya podido dormir bien y las situaciones a mi alrededor los últimos dos días, me han puesto un poco tensa en conjunto.

Mierda, es que no hay nada que me cague más que el clásico smart ass que se dedica a transgiversar y retorcer a su pinche conveniencia cada una de las palabras que se me ocurre soltar, o bien, que me ve con cara de "eres idiota...". Me he encontrado con una cantidad considerable últimamente.

Y los que me faltan.

Supongo que es una racha, o que me agarraron en curva, o que se me juntaron todos los del mes, yo que se.. sinceramente, espero que colapsen y desaparezcan uno por uno. No estoy dispuesta a censurar lo que digo, MUCHO MENOS lo que escribo.

Y ya.

Buenas las tengan.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Entre mis dedos resbalar...



Y como siempre, contigo, las cosas son diferentes.

Me da por decirte la verdad, toda, tarde o temprano. Te confieso que me alejé de ti al principio por puro miedo a que me gustaras tanto, que recaí y volví a intentarlo una vez tras otra sin poder lograrlo. Meses más tarde, me convences de decirte lo que realmente sentía por ti.. a pesar de haberme prometido a mi y al mundo jamás volver a decírselo a nadie. A pesar de que lo había llorado durante horas, semanas antes de poder decírtelo.

Y luego en lugar de ignorarte olímpicamente, como pretendo hacerlo con los demás mortales, no lo logro más tiempo del que tu quieres que lo logre. Simple como imaginarme tus ojotes suplicantes y abrir la boca nuevamente, soltándote el motivo de mi encabronamiento, que termina siendo siempre una confesión de susceptibilidad ante cualquiera de tus movimientos, así sea que se te ocurra pestañear dos veces en lugar de tres.

Sigo soltándote todo, sin guardarme ni un poquito, sin importar que ahora solo somos amigas (o tal vez por eso mismo); el único momento en el que logro salvar mis pensamientos de tus oídos es cuando me taladras los míos haciéndome parte de lo único que no soporto en ésta vida: la traición. Entonces, solo entonces, cierro la boca tanto como puedo y trato de mantenerme al margen, que al fin y al cabo es tu vida y puedes hacer de ella un papalote y dárselo a volar a quien quieras.

Pero una vez mas, más tarde que temprano, termino diciéndolo todo de nuevo. Y al final no me limito a decirte que no soporto ese aspecto de ti y que te mueven cual títere. No, claro que no, te pongo un ejemplo claro de manipulación mediante debilidades y mala voluntad: yo misma hacia ti.

Por enésima vez abro la boca y te digo con todos los detalles del mundo, que en algún momento, al final de nuestros días, me dediqué a mover las cuerdas que más te gustaban solo para mantenerte tanto como fuera necesario a mi lado, solo para hacerte creer que yo cedía cuando en realidad iba a ser no tan difícil lograr que me dieras lo que yo quería a pesar de que no era lo que tu querías para ti.

También te dije, por supuesto, que un momento después me di cuenta de lo egoísta que estaba siendo, y terminé dejándote ir, no de la manera adecuada, entre berrinches y ataques de ira, pero con la mejor de las intenciones. De la única manera que me permití acercarme a ti sin que me tentaran nuevamente tus ojotes suplicantes.
Algo cruje en tu cabeza (al menos eso espero que haya pasado) y al parecer te das cuenta, finalmente, a lo que me referí todo el tiempo que traté de decírtelo sutilmente.

Y hace dos días, volví a abrir la boca. Una vez más, nada diferente. Después de several days haciéndote berrinche y tratándote del asco, decido que la amistad vale más que mis dramas existenciales. Y te digo todo, una vez más, tal como está en mi cabeza.

Quedas, al final, tanto o más confundida que yo. Todo el berrinche de los días anteriores es un reflejo absoluto de mi comportamiento cuando nos conocimos. Todo es diferente ahora, por supuesto, todo es diferente.. pero me sigue jodiendo el hecho de sentirme vulnerable ante la situación de un vínculo como el que tenemos, el que había estado evitando desde aquello que le dio un giro de 180° a mi percepción de la confianza.

Es un asco, es cierto.. y todavía no consigo solucionarlo a pesar de que pensaba que había dejado de huir de echar raíces. Sigo huyendo, inconscientemente, pero lo hago.

Pero como siempre, contigo, las cosas son diferentes.
[Espero que esto no se mal entienda y no cause problemas, por que carajos.. es para ti Mango, para que dejes de hacer berrinches]

sábado, 5 de septiembre de 2009

Espirales


Me siento frente a ti y, justo como hace unos días, vuelvo a sentir que el tiempo no existe. Que los años no han pasado desde aquel día que te vi caminar hacia mi desde lejos, sin saber siquiera que la próxima vez que nos encontráramos, sería para no dejar de hablar por horas.


Hoy, volví a verte caminar hacia a mi y me fue difícil creer que ha pasado tanto, y taaanto desde la última vez que supe de ti por algo que no fuera un celular. Las cosas siguen igual que siempre, todo lo que me gusta sigue igual que siempre, a pesar de lo tanto que ha pasado: sigues haciéndome reír, tu cabello sigue siendo rojo, te sigues burlando de mi y sigues hablando con ese tono áspero que me divierte tanto.


Tu regresaste "con", como suponía que ibas a hacerlo, yo recaí, como supusiste que iba a hacerlo, sin embargo, te encuentras con la sorpresa que puedo controlar mis ganas de huir cuando alguien me gusta "más de lo permitido". No como cuando estuve a tu alrededor y me comportaba como si me estuvieran siguiendo siempre... y si me seguían: el miedo a mostrarme vulnerable me seguía a todas partes.


Hoy te lo dije, y tu me dijiste que te sentías igual. Sonreímos al mismo tiempo, sabiéndonos entendidas finalmente, sin tener que soltar tantas palabras para lograrlo, sin tener que explicarlo tanto y dar tantas razones. Te entiendo y me entiendes, solo por que si.


Invaluables las horas tiradas sobre mi cama, hablando como si no hubiera pasado el tiempo entre las dos.


Ya no me perderé sin dejar huella, lo reitero.


Te prometí espirales y voy a cumplir mi palabra.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Al fin que iré sola, de nuevo.


Me aventaré al vacío en una fiesta en la que, en algún punto entre la sobriedad y la inconsciencia, todos andarán bien "acá" con sus weyes/viejas, cachondeando, mientras yo me pico los ojos. Igualito que el año pasado.


Bueno, en realidad el año pasado si fui con alguien, una amiga (realmente amiga, no ligue) pero antes de terminar la fiesta, la cuestión se había ido directito a la chingada y no se compuso ni se ha compuesto del todo hasta la fecha. Dadas las circunstancias, todo sugiere que mi falta de compañía solo evitará un problema más.


Que mierda... ¿no?


No es como que vaya a morirme de aburrimiento y soledad, tampoco, simplemente me pregunto cuándo chingados será el día en que ese "alguien" se siente a mi lado.


Blah, pido demasiado y a destiempo.


Cuando tenía quince, era "comprensible" que la gente pensara que iba a las fiestas sola por que no había nadie en mi vida, tenía pocos años, poca experiencia y mucha paranoia. Nada comparado con la paranoia de Nube (mi ex), por supuesto, quien se dedicaba a ignorarme en los actos públicos por puro pinche miedo a que "alguien se diera cuenta". Repito, quince años, no era para juzgar tanto.


Hoy, a mis veinte y con un "I don't give a shit" enorrrme tatuado en la frente, me es inconcebible. Frustrante. Casi como no poder decir "¿En tu casa o en la mía?" nomas por no tener a quién decírselo.


Pfff.. con qué facilidad me amargo, estoy a dos segundos de hacer berrinche.


Buenas las tengan.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Dije: Buenas Noches


Y hoy tuve que volver, una vez más, a la misma tienda.


-Pásate de largo.

-Si, es lo que voy a hacer.


Mi hermana y yo entramos en chinga hasta el último de los pasillos y luego empezamos a buscar lo que necesitabamos. Pasillo cinco, cuatro, tres... la veo pasar y me volteo, ya se que ya me vio, pero me hago pendeja. Me toca el hombro y al verla, tuerzo la boca.


-Hola!

-Hey..

-¿Cómo estás? ¿Me estás siguiendo verdad?

- Esa es mi frase, y no, no te sigo, resulta que es la tienda más cerca de mi casa.

- Ahh.. estemm.. te iba a llamar, pero...

- No tienes mi celular.

- No

-Ya lo se.

- Tengo guardado el anterior.

- Lo se.


En eso alguien la llama y me queda viendo a punto de pedirme que la esperara un segundo, o cualquier cosa por el estilo. Yo le sonrío hasta las orejas con aires de superioridad, dándome cuenta de la confusión que le causa no tener bajo control mis nervios y la situación. Me doy la vuelta y me voy.


- Culera

- ¿Por qué?

- Le diste el avionazo.

- Esa era la intención.

martes, 1 de septiembre de 2009

Solo buenas noches, sin el azul..


Es cagado cómo cuando quieres hacer bien las cosas, el universo entero se pone de tu lado para evitar que de tropieces y te raspes las rodillas.


Hoy iba caminando por una plaza con mi hermana y a lo lejos vi a alguien conocido. Por supuesto, la mujer del post anterior. Le apreté el brazo a mi hermana y seguí caminando como si nada. Ella fue la que me saludó y a medio saludo, además, prolongó el abrazo tanto como pudo.


- Dime la verdad, ¿me estás siguiendo?


El sarcasmo no sonó tan mal una vez que logré controlar el temblor de la voz. Ella se soltó la carcajada y yo le dije "stalker", y hablé, además, sobre una orden de restricción. Todo controlado. So proud of me!


- Y qué onda?

-Vengo a hacer unos pagos.. telcel, tu sabes.

- Oh, yo vengo al cable..

- Eeemm, bueno yo igual, estoy esperando a...

- Ah! Si, bueno.. tengo que entrar, se me hace tarde.

- Si, nos vemos después ¿no? No te desaparezcas tanto.

- Seeeeh!


No se me ocurrió una respuesta mejor para echarle en cara que era una cínica, sin verme como ardida. "Estoy esperando a..", pero mira que hay que ser caradura para estarme viendo con ojos seductores, mientras su mujer está a escasos metros de mi, justo detrás de una pared de cristal. Ok, está de espaldas, pero eso no cambia nada.


Entro a las oficinas y distingo al instante quién es. Me pongo del otro lado y de espaldas, mientras mi hermana me pregunta con un gesto el por qué de mi jeta, con una seña le digo "después", pero sigue mirándome curiosa.


En cuanto sale de ahí, murmuro una explicación a mi hermana que está que no puede con la curiosidad.


-Culera, buscando que su vieja te madree!

-Si, a chingar a su madre.


Y a chingarla, señores.


Buenas las tengan.