También me gusta leer lo que piensan de lo que pienso. Comentarios, por favor!

martes, 18 de octubre de 2011

Miedo a despertar.

Estoy en medio de una de las épocas más cansadas de mi vida.

Cuando digo que no tengo tiempo para nada, es que no lo tengo.

Estoy exhausta. No tanto físicamente como emocionalmente. Me tengo que convencer a diario que vale la pena bajar los pies de la cama. Haya dormido las horas que haya dormido, siempre es una lucha. No sólo para despertar, si no para despertar bien. ¿Me explico?

Escuela. Prácticas. Relación.

Siempre voy tarde, siempre hay algo que hacer. No logro recordar la última vez que me desperté hasta que me cansé de dormir. No logro recordar la última vez que pasé haciendo absolutamente nada productivo, sin una lista de cosas esperándome, sin el nudo en el estómago tratando de recordar qué es lo que me está preocupando.

Quiero reírme de todo, ir a la playa sin planearlo, salir hasta tarde, dormir hasta tarde. Quiero cafés con mis amigas. Quiero tener dinero. Quiero tener tiempo. Quiero pensar en su nombre y sonreír. Como antes.

Me da miedo despertar y no ser feliz.

Me da miedo despertar y querer mandar todo a la chingada.

Algo me tengo que inventar, por las noches, para evitarlo.

lunes, 10 de octubre de 2011

Les cuento, pero..

Vámonos por partes.

El post anterior fue escrito en un momento de incertidumbre y desmadre emocional. O sea, si tenía (tengo) el corazón medio rotito, pero nada que no se acomode. Hasta ahora.

Mi relación, si, obviamente, está en un momento difícil. Está cabrón, necesito buena vibra, tanto para mi como para Sol. Cosas que nos ponen tensas y cosas que re ubicar.

La concurrencia sabe que soy una mujer de grandes esperanzas, pero no necesariamente de altas expectativas. Me estoy manteniendo real y con los pies en el suelo. Procuro considerar cada una de las cosas que pueden salir y no salir, incluso me pongo bastante histérica algunas veces a la semana (cof, cof, al día).

Pero la amo y me ama. Eso está más claro que el agua. Decidimos caminar juntas y poner el alma en ello.

Por otro lado, de verdad, no tengo vida. Mis 24 horas del día se me acaban entre trabajo y escuela, las personas ya comienzan a olvidarse de mi y utilizan el verbo "abuelear".

Espero que el ritmo baje en algún punto, o que yo me acostumbre, o que, de momento, mi necesidad de dormir sea reemplazada por conectarme a algún multicontacto mientras hago tarea.

Los quiero, asiduos lectores, no me abandonen.

Y ya está, buenas las tengan.



P.D. Felicitaciones a Rachel por su cumpleaños. Fuiste la primera persona (y probablemente la única) de la cual he recibido apoyo y buena vibra. No te conozco, pero el saber que me sacudes la tierra me es suficiente para reservarte un lugar en mi corazoncito. Gracias, de verdad, gracias. No puedes imaginarte lo importante que es para mi.