Producto de una caminata

Hace unos días, baboseando por un cajón que hace AÑOS no abría, encontré una bolsita de plástico, claramente reciclada de una panificadora del centro llena de conchitas, caracoles y arena..por los primeros dos segundos, me quedé tratando de recordar de dónde chingados habia salido, y después todo se vio claro..

Se acuerdan que les dije de mis larguísimas caminatas por la playa con Lapiz Azul?

Ese día, en lugar de bajarnos en la escuela, nos seguimos hasta el centro. Empezamos a caminar sin ningún destino compartiendo su MP3 cagadamente (una bocinita cada una), empezó la canción de Fiesta Pagana y caminabamos al ritmo de la canción "tan ta tan tan" el ritmo fué acelerándose y nosotras también, hasta que terminamos saltándo eufóricamente hasta justo antes que el vocalista comenzara a cantar. Nos paramos y nos dimos cuenta que la gente que caminaba a sus trabajos, nos veía con ojos de desaprobación, hasta YO hubiera pensado que traíamos un peyotazo encima.

Como nos dió hambre, entramos a una panadería por el centro, y compramos unas tortitas de jamón y queso, nos la dieron en una bolsita que no se porqué guardé en mi mochila en lugar de tirarla. Y nos dió por ir a la playa, desayunamos caminando, agarramos un camión a Progreso y apenas nos bajamos..yo me estaba wishando. Como eran las 8 de la mañana, no había nada abierto. Les juro que nunca en mi vida había deseado tanto un baño, caminabamos y caminabamos y nada abierto, salvo el OXXO, carnicerias, cosas así, pero en esos lugares no es conveniente pedir un baño.

Pasando frente a un hotelito, ya no podía más, y Lapiz Azul negoció con el recepcionista/mozo/multiusos para que me dejara usar el baño de lo que pudo haberse dicho en algún momento, era el restaurant. Ella tiene el don de convencer a quien sea de cualquier cosa, y asi mismo, convenció al gentil hombre, que advirtió "pero rápido porque si se da cuenta el jefe..." En el acto, corrí al baño. Sin que me costara mucho, puse de mi parte con respecto a la rapidéz de la acción, en do segundos yo estaba afuera con 4 litros de líquido menos en mi cuerpo.

De ahí nos fuimos a caminar por la playa, y no se de dónde se nos antojó recoger conchitas, mismas que metimos en la bolsita de la torta que había en mi mochila. A ella se le ocurrió que podíamos hacer algo bonito para adornar nuestro cuarto, como un florero de vidrio con las conchitas dentro. Recogimos un chingo más para que quedara chingón, pero jamás lo hicimos.

Hace unos días, cuando encontré la bolsita después de más de un año, las puse en un florero redondo con gemas de cristal. Se ve chingon, y además, cada mañana después de lavarme la cara me acuerdo de "aquellos tiempos".

Pinche Lápiz Azul..donde andas? Te extraño cabrona!