Y hoy tuve que volver, una vez más, a la misma tienda.
-Pásate de largo.
-Si, es lo que voy a hacer.
Mi hermana y yo entramos en chinga hasta el último de los pasillos y luego empezamos a buscar lo que necesitabamos. Pasillo cinco, cuatro, tres... la veo pasar y me volteo, ya se que ya me vio, pero me hago pendeja. Me toca el hombro y al verla, tuerzo la boca.
-Hola!
-Hey..
-¿Cómo estás? ¿Me estás siguiendo verdad?
- Esa es mi frase, y no, no te sigo, resulta que es la tienda más cerca de mi casa.
- Ahh.. estemm.. te iba a llamar, pero...
- No tienes mi celular.
- No
-Ya lo se.
- Tengo guardado el anterior.
- Lo se.
En eso alguien la llama y me queda viendo a punto de pedirme que la esperara un segundo, o cualquier cosa por el estilo. Yo le sonrío hasta las orejas con aires de superioridad, dándome cuenta de la confusión que le causa no tener bajo control mis nervios y la situación. Me doy la vuelta y me voy.
- Culera
- ¿Por qué?
- Le diste el avionazo.
- Esa era la intención.
3 comentarios:
jajaja, es tan padre hacer eso.
Aunque no sé bien qué es. Pero es padre :) jaja
un saludo.
once again..
im soo proud ='')
DL
Hola
Me encontré con este blog y me ha gustado. Vi lo que dice arriba y por eso estoy comentando ;)
Creo que esta historia tiene más partes, así que seguiré leyendo.
Hasta luego.
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