Centrifugado

No se si les he platicado, pero tengo un pequeño felino/a en mi casa. El género aún es un misterio, le llamaremos por su apellido, ya que el nombre no sería seguro que funcione si le crecen esferas bajo la cola. Mi gato es Poulain al cual adoro con mi heart&soul. Histérico, dormilón, vengativo, cariñoso y cabrón.

Muchas personas piensan (me incluyo) que con dicho animal se cumple la frase de "todo se parece a su dueño". Somos tal para cual, disfrutamos de las bajas temperaturas del aire acondicionado con una enorme colcha de peluche arriba, hechos bola, durmiendo largas horas. Si "no me quiere" cuando trato de acariciarlo, me indigno y no lo pelo, si llego en un horario fuera de lo normal a mi casa, se indigna y no me pela.

De vez en cuando por cuestiones de seguridad (solo sale al patio cuando estoy cerca pa cuidarlo) he tenido que dejarlo dentro de mi cuarto o dentro del baño mientras tengo la puerta abierta. En mi cuarto se cansa de maullar hasta que ya le puedo abrir y sale todo molesto. Sin embargo, AMA el baño. Varias veces lo he encontrado dormido en el tapetito que está junto a la tina, y para mi sorpresa, últimamente le ha tomado un amor al retrete que es digno de fotografía.

Habrá que imaginarse a mi gatucho atentisimo a cuando entro al baño para entrar conmigo. Por las mañanas cuando, de ley, a las 5 y media me despierto a terminar con el proceso de los dos vasos de agua que me tomé antes de dormirme, se despierta y me espera sentadito sobre mis pies, para después dis-fru-tar asomado en la orilla, con emoción y movimientos de cola, a que el depósito de agua la vaya dejando caer haciendo un centrifugado en la taza de mi baño.

Indescriptible.

Amo a Poulain.