El cielo parecía atardecer al salir de mi casa, sin embargo el proceso iba a la inversa.. cada vez más sol y menos azul.
El chofer saca una cajita de la bolsa de su camisa y hace ademán de ofrecerme, aun sin hablar. Lo rechazo amablemente: los chicles de menta, definitivamente, no son lo mío. Mis favoritos son los de canela, luego los de hierbabuena y de último, probablemente los de plátano. Hace poco probé uno de "napolitano" -disgusting-.
Reclino el asiento hacia atrás y estiro la mano para acariciar a mi gatita, que viene adormitada en su jaula. Me maulla quedito y cierra los ojos. Bajo por completo el cristal de mi ventana y siento el aire casi frío pegando contra mi cara, retorciendo mis pestañas y alborotando los mechones de pelo que quedaron fuera de la liga.
Es relajante. Mucho. La conciencia se me iba por ratos -de acuerdo a mi hábito de dormir al amanecer, debería estarlo justo ahora-. Cerré los ojos y me dejé ir, fantaseando con tonterías llenas de bombones rosas, labios besables y roces de piel, siempre, siempre sin saber la ausente identidad.. pero acostumbrada al calor familiar de aquella mañana.
Los sentidos me fueron regresando poco a poco. Comencé a escuchar a lo lejos una voz conocida: "is the best thing that you ever had, the best thing that you ever, ever had.." mezclado con el ruido sordo del aire contra mis oídos. A sentir de nuevo el viento contra mi cara y el movimiento irregular de mi pelo haciendo ondas. Gradualmente volví a ser consiente de mis manos, de mi pecho, de mis piernas.. aun sin capacidad de mover un solo músculo.
Prolongué ese estado de conciencia a medias durante un largo rato, no se cuánto. Cuando, por fin, volví a abrir los ojos el amanecer había quedado muy lejano. El sol me pegaba en la cara con fuerza y mi piel estaba caliente. Moví lentamente las manos, estiré las piernas.. la sensación de entumecimiento por no haberte movido en mucho tiempo fue fácil de reconocer.
Unas horas más tarde, el chofer bajaba mi maleta de la cajuela: finalmente estaba en casa de mis papás. El garage estaba vacío.. era de esperarse. Vi a la única persona que me esperaba en la casa caminar con prisa hacia donde estaba yo, con los brazos abiertos y una enorme sonrisa en la boca: mi nana. La única que siempre me quiere aquí. La pongo al día de la última vez que me perdí en el alcohol y de mi soltería.
Mi hermana llegó de la escuela minutos después y la escuché gritar desde el otro lado del patio cuando vio la camioneta estacionada. Nos alcanzamos en la sala y nos caímos al suelo fingiendo un abrazo dramático. Me dio un beso tronado en el cachete y yo le di uno a ella, luego se lo mordí.
-Mamá está en una reunión, papá está de viaje.
Bienvenida a una casa de cuerdos, donde una loca no cuadra.
4 comentarios:
:)
Venga!
Que tengas un poco de normalidad para bajar tus dosis de locura no hace mal, solo te hace amar la locura un poco mas!
Goma rosa, un saludo! Si, al fin las vacaciones y uno puede regresar a su terrunio je. Me gustó toda la descripción del paseo en taxi. Diviertete, ya regresaremos a la locura de siempre jeje. nos vemos!
"..siempre, siempre sin saber la ausente identidad..¿quién eres?.."
:)
me gustó! fue como haber viajado contigo..con esa canción de fondo mientras ves a lo lejos los lugares que recorrerás por la carretera.
5:33 am el compirri se va a las 8, nueve y media sale su avión.
Todas ya se fueron, tú , los locos que viven juntos...quejumbrosos por una casa sucia, el oso se fue a monterrey.
La única que es de aquí , se quedó en su casa...
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