El ruido del despertador se hizo más fuerte poco a poco.
Aún con los ojos cerrados, sentí tu cuerpo detrás del mío, tu cabeza en mi espalda, tu respiración en mi cuello.
Aún era temprano, no tenía caso despertarte ni despertarme. Traté de estirarme para tomar el despertador y apagarlo de una vez por todas, pero el peso de tu cuerpo lo hizo bastante difícil para alguien que está medio dormido, mi brazo, además, se encontraba bajo el tuyo y tu mano aprisionando mi muñeca.
Finalmente pude liberarme con cuidado y apagué el aparatejo para que dejara en calma la habitación.
Respiré hondo y volví a dormirme, sintiendo el calor de tu piel en mi piel, a través de la tela.
Varias horas después, cuando desperté, mi cuerpo estaba demasiado libre y mi piel demasiado fría.
¿Quién eres?
No lo se, pero dejaste mi cama vacía y la sensación de estar incompleta.
"Ningún lugar en la vida es más triste que una cama vacía"
García Marquez.
2 comentarios:
Solo nos sntimos solos cuando hemos stado acompañados alguna vez...conocer lo frio de una cama implica que en el pasado alguien la llenó de su calor...
somos vulnerables y tan necesitados unos de otros.
Es muy triste y deprimente la condición humana :(
Tan cierto... y tan triste.
Una cama vacia es un claro sinonimo de frio en el corazón y preguntas en la noche sobre como estara durmiendo esa otra persona.
Como odio la cama vacia.
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