También me gusta leer lo que piensan de lo que pienso. Comentarios, por favor!

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Mi primer, primer día de clases

Me desperté antes de que mis papás me despertaran. Acostada en mi cama me quedé viendo el techo en lo que mis ojos se terminaban de acostumbrar a la luz y con mucha sed, fui a la cocina por agua. Me paré de puntitas para alcanzar un vaso del escurridor y luego de puntitas de nuevo para llegar a la llavecita del garrafón.

Cereal, leche, lavarte los dientes. Sentía que ese jumper de cuadritos rojos era lo mejor que me había pasado en toda mi vida (mi larga vida), sonreía, sonreía mucho, toda yo era una sonrisa. Mis ojos, bastante grandes para mi carita de aquel entonces, se la pasaron abiertos y chispeantes durante todo el proceso de vestido y peinado.

Por fin llegó el momento para ir a la escuela. Mi papá me puso mi mochilita de Barbie llena de cosas inútiles, un thermo que hacía juego, y en un topper azul con amarillo, una quesadilla partida a la mitad.

Y nos subimos a la camioneta. Mi papá platicaba conmigo y me miraba de reojo, mientras yo iba sentada en la silla del copiloto, estirándome para mirar por la ventana. Me iba contando de su primer día de clase, y de vez en cuando, me pasaba una mano por la cabeza.

El llanto fue inevitable. Mientras subía las escaleras de la mano de mi papa seguía sonriendo, pero al llegar a la puerta de entrada y ver a todos esos niños llorando, haciendo berrinches, aferrándose a su mamá y tirándose al suelo entre berreos y mocos, me fue inevitable soltar unas lágrimas.

No hice berrinches, ni me aferré a mi papá, ni suspiré ruidosamente.. es más, puedo asegurar que si no le hubiera apretado su mano con mi manita, el no se hubiese dado cuenta. Me cargó con todo y mochila y me dijo que todo iba a estar bien, que era solo un ratito y que me iban a enseñar a escribir.. se me iluminó la cara. Me abrazó por última vez, me puso de vuelta en el suelo y caminamos despacito hasta quedar en la entrada.

Una vez ahí, había llegado la hora de soltarle la mano. Lo dudé por un segundo y me agarré de su dedo.. pero lo volví a soltar al instante. Se me salió una lagrimita más, y después me distraje, y se me olvidó por qué lloraba.

Mucho tiempo después, ese primer día dejó de ser importante y se vinieron encima muchos otros primeros días, sin embargo hace unos años dejó de ser un recuerdo borroso después de una tarde de "buscar respuestas", y encontré las respuestas que buscaba.

Mi mamá no me llevó a mi primer día de kinder, por eso lloraba.

Es increíble como algo tan banal como eso me siga haciendo llorar.

5 comentarios:

oculta y feliz dijo...

Bueno , creo que el que tu mamá no te llevara y que tal acto te provoque llanto es totalmente comprensible ...aunque no por ello deja de ser doloroso.Que buen plan que fuera tu papá y te diera una pequeña profilaxis, eso es valioso y me imagino que es mejor eso a nada...jejeje yo no llevé mochila sino hasta primer año de primaria, y era una rosa con negro (sin barbie obviamente) que había pertenecido a mi hermana-eso es lo que todavía me hace llorar jajaja :p-

Teli dijo...

mi papá me llevó al kinder. Y dicen que me quedé paradita a su lado hasta que llamaron a los niños. Todos lloraban y dicen que yo sólo lo ví y dije "ya te puedes ir" y me fuí.

Cuando me vine a Saltillo papá fué a dejarme a mi y a mamá a la central de autobuses. Lloró tantito y me fuí otra vez.

adrui dijo...

jajajaja mivida
mi mamá fue la que me llevó a mí la primera vez y fui de esas que lloró jajaja pero bueno ya las siguientes veces no lo hice x)

bueno te quierooo :D

Goma Rosa dijo...

interesante leer todos los primeros días de clase
(:

oculta y feliz dijo...

Ja , ja sorry Goma pero queríamos compartir , es curioso que muchas de nosotras lo recordemos con detalle...salu2!