Mambo Café es... macizo!

Siempre había dicho que ir a Mambo Cafe, era como ir a convivir con señores en la crisis de los cuarenta, además, que te iban a sacar a bailar SALSA! La salsa a mi, sinceramente, no se me da. Pocas veces la gente me ha visto bailarla, y usualmente, es por andar peda.

La cosa, asiduos lectores, es que el sábado se nos pasó en chinga. Fresa y yo estuvimos pendejeando TODA la tarde y cuando nos dimos cuenta, eran las nueve de la noche, no teníamos plan, ni dinero en exceso, ni transporte, ni NADA. La roomie, que esta conmigo en las buenas y en las malas, se nos unió a éste anti-plan.

A Fresa se le ocurre pronunciar Mambo, y la roomie se aloca y dice que quiere ir. A mi me habían entrado las ganas porque me habían dicho que los tipines que tocan (tocar..como un grupo musical, aunque no hubiera puesto resistencia a que me tocaran) estaban bastante agarrables, digo, agradables a la vista, así que, ¿qué importaba una noche de sacrificio?

A Mambo, decidida la cosa. ¿Pero las tres solas? Naaa! Pensé inmediatamente en...

...

Gente.. aquí queda el asunto.

Creo que el único amigo que me queda cerca desde que me vine a vivir a Mérida, a pesar de aparecer constantemente en mi vida diaria sin previo aviso, no ha aparecido en mi blog por una simple razón..

No le encuentro un nombre apropiado.

Le dije que le iba a decir "Wilo", porque siempre nos decimos "Wilo" y"Wila" cuando hablamos por teléfono.. pero pues que no le gusta.. así que.. en pausa todo hasta que sepa cómo se va a llamar.

Continuará...