Me gusta.
Me gusta bastante.
Invariablemente llega el momento en que me pierdo en tus ojos, o en tu boca, o en tus manos. Es una tontería, pero casi siempre es en tus manos. Las mueves como si estuvieran en el agua, como si fueran un pez siguiendo la corriente. Tienes los dedos largos y rectos, perfectos. La piel dorada, suave.. Más de una vez perdí el hilo de la conversación por quedarme perdida en la punta de tus dedos.
Invariablemente llega el momento en que digo algo que se que te va a molestar y en medio de la risa de todos, me vas a voltear a ver con los ojos entrecerrados y esa mueca de malo que me hace reírme a carcajadas. No se si es de nervios o de risa.
No lo se, últimamente no se nada.
Invariablemente llega el momento en que cobras venganza de alguna de las muchas veces que provoqué que me vieras así, como me gusta. Y dices algo desde el otro lado de la mesa, y yo me quedo viéndote apretando los labios entre las risas de todos; luego los abro para contestarte algo que te mate pero no lo logro.. y los cierro, sin emitir sonido alguno, indignada.
Entonces, invariablemente, me miras con gesto levemente culpable y me sonríes como si fueras inocente.
Y lo creo, en serio.
Invariablemente llegará el momento en el que me tengo que ir, y ofrezco llevarte, y tu aceptas. Al contrario de mi día con día, los demás me rebasan a mi, en lugar de yo a ellos, y no me paso ningún semáforo en amarillo. Jugando bien mis cartas para que los minutos en los que te tengo sentado justo al lado se multipliquen.
No dices nada fenomenal, yo no digo nada inteligente. No pestañeo creando corrientes de aire, tu no finges un bostezo para abrazarme. No me juego el pelo, ni me mojo los labios con la lengua, ni me hundo en risitas estúpidas.
Tu no lo sabes, no sabes que me gustas.
Que me gustas bastante.
Invariablemente llega el momento en que tengo que apretar el botón (maldito botón..) para quitarle el seguro a tu puerta y ver como tus dedos logran en un breve movimiento deshacerse de la trampa. Me cuesta hacerlo, tanto que tartamudeo un poco.
Invariablemente quedaremos de vernos mañana, bajarás un pie y te girarás hacia mi para despedirte.
Invariablemente a mi me dará por pedirle a todos los santos que, sin pensártelo mucho, deslices tu boca hasta la mía.
Y que me digas que te gusto.
Que te gusto bastante.
2 comentarios:
Invariablemente..
..its destiny knocking at the door.
DL
Esta increibleee, no mames, me encanto!
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