El problema llegó cuando aparecieron las estrellas

Arena, sol y mar.. mientras la piel se me calentaba entre las olas todo fue perfecto.

El, aquel amigo que consideraba que me veía como "brother marica" se aventó conmigo a un viaje sin plan, sin boleto de regreso. "No te voy a dejar sola" fue lo que me dijo antes de subirse al camión conmigo, y no lo hizo... jamas lo hizo, ni siquiera cuando no era necesario y toda esa gente estaba alrededor de mi acaparando mi atención. Ni siquiera cuando me harté del ruido y me fui a sentar "sola" en la arena. Nunca estuve sola.

El problema llegó cuando aparecieron las estrellas. No hice más que extrañarla, como si en algún momento hubiera estado, como si el recuerdo de tenerla fuera real. Tan ridículo...

Las estrellas no podían brillar más y tirada sobre la arena, se me escapó un suspiro. Pasó menos de un segundo para que el me volteara a ver con curiosidad. La luna se reflejó en la gotita a punto de resbalar por mis pestañas y no pude responder cuando me preguntó que me pasaba.

Estiró el brazo y me jaló hacia el, recosté la cabeza en sus costillas y me acarició el pelo mientras se me escapaba no solo un suspiro, si no todos los que traía acumulados. Las lágrimas se me iban cayendo como una lluvia caliente sobre su brazo, y lloré en silencio hasta que el cansancio me ganó y me quedé dormida.

Ni siquiera recuerdo la última vez que pude llorar abrazada de alguien sin que tuviera ganas incontrolables de poner "tierra de por medio" y liberarme del abrazo..