Mañana termina el año! Siempre ha sido "el día" del año, creo que después de mi cumpleaños es el día que más me gusta, porque el 24 la verdad se me hace de lo mas neutral.
¿Por qué me gusta tanto? Probablemente sea porque tengo la jodida costumbre de que cuando estoy de mierda hasta el cuello me dan ganas de "reiniciarme", como computadora; siento que cuando tengo la oportunidad de "comenzar de nuevo", siento que puedo dejar todas las pendejadas del bloque pasado en el bloque pasado, y empezar de nuevo, con cosas nuevas y haciendo todo perfecto.
Obvio, pero ooobvio! que cuando comienzo de nuevo sigo cometiendo los mismos errores a partir del día dos, cuando ya se me bajo la euforia del "nuevo amanecer". Aún así disfruto el "hacer como que si" los primeros dos segundos, sentir que me tomo un vasote de agua fresca y me doy un respiro y una oportunidad nueva.
Mi último día del año gira alrededor de recetas de cocina, compras de última hora, y desde hace algunos ayeres, una docena de pendejadas para hacer que por arte de magia mi año nuevo sea diferente y mi vida se parezca a la de Rosita Fresita.
Primero que nada, paso las primeras horas del día buscando un calzón rojo. Desesperación, desastre, crisis nerviosa. Para el 31 todas las damitas de mi pueblo bicicletero ya han prendido su cerebro y comprado con anticipación suficiente el añorado calzón rojo "para la pasión", por lo tanto, cuando yo llego como animal rastrero a las tiendas de calzones nomás no hay.
¿Porqué me espero hasta el último día y/o a llegar a mi pueblo bicicletero en lugar de comprarlo tranquilamente, de algodonsito y de buena calidad por un precio no exagerado pero si justo en una tienda de calzones de prestigio y sin ninguna prisa y/o tensión muscular mientras gozo de la sensación de plenitud que solo te da el saberte poseedora de un calzón rojo haciendo alarde a la frase de "mujer precavida vale por dos"?
Sencillo: Me encanta sufrir para conseguirlo, conseguirlo de 120% poliester y al final del día, mientras me lo pongo, tener la sensación de ser una chingonada por conseguir un calzón de calidad paupérrima, pero en fin, rojo, con "el tiempo encima".
Ya conseguido el calzón, voy a una mercería (realmente humillante) cercana a comprar un listón rojo y un cascabel de insuperables dimenciones para amarrarle a mi calzón, porque según dice la leyenda, entre más suene el cascabel más rápido te escucha el amor de tu vida. Quiero decirles que eso, eso! es pura mentira, lo vengo haciendo por pura fe desde hace algunos añitos. Gente, el amor nomás no me escucha, o si me escuchó alguna véz se hizo pendejo y/o rajó totalmente a soportar a un especimen como yo, si me pongo un cascabel más grande parecerá que tengo un testículo!
De ahí en fuera paso el día haciendo mandados y ayudando a cocinar, lo último no es muy común pues suelo pasarme de sal, o de picante, o de fuego, o de lo que sea que me pueda pasar.
Pasemos a la cena, justo 5 minutos antes de que empiece la cuenta regresiva. Sumamente estresantes! tengo que alistar TODO para que a las 12 en punto yo esté cumpliendo con el chinguetal de pendejadas que me dispongo a hacer.
Me quito el anillo de oro y lo pongo en la copa del brindis, que para que haya dinero, luego escojo 12 uvas y les quito las semillas porque esta de la chingada estar escupiendo semillas cuando el primer minuto del año lo tienes lleno de actividades. Pongo a la mano el tazoncito de lentejas, los billetes y una maletita, para la abundancia, el dinero y los viajes respectivamente. Preparo un vaso lleno de agua fría para tirarlo a la calle, que para que no hayan lágrimas (será más efectiva una pipa?), y luego, al final de mi ritual pre-rituales, reviso que mi cascabel suene adecuadamente (la esperanza es lo último que muere).
Cuenta regresiva y algún familiar longevo hace el brindis. Empiezale a correr! Me tomo a toda prisa la copa entera de vino y me pongo el anillo, luego me trago las 12 uvas y luego las 12 cucharadas de lentejas (con lo que me gustan!), todo esto mientras muevo las caderas mas chingonamente que Shakira para hacer sonar mi cascabelito. Empiezo a contar los billetes, primero de 10 en 10 y al llegar a 100, de 100 en 100. Terminando corro con mi maletita por todo el patio, corro y corro y corro hasta que me canso. Cuando llego a la mesa a tirar el vaso con agua, más que tirarlo me lo quiero tomar! Aún así, corro a la puerta de la calle y mientras pienso en el día que me sentí mas pinche en el año, lo tiro a la calle esperando que realmente chambee el asunto.
Uff..ritual cumplido..cambio y fuera.. Sirven la cena..¿la cena? Puta madre! con una copa de vino, 12 uvas y un tazón de lentejas, sinceramente, me brinco hasta el recalentado mañana en la mañana..
Después de todo este sin fin de mamadas..¿Resultados a fin del año siguiente?
Ustedes los conocen: sin un pinche centavo en la cartera, enfermandome cada siete minutos, mi gran viaje fué a un pueblo más bicicletero que el mío y mi experiencia más cercana a la "no soltería" fué exquisitamente deliciosa, pero fué más que breve.
Aún así, cada uno de los menesteres previamente mencionados se repetirán éste año, sinceramente no esperando que cumplan nada, si no por el puro placer de tener un calzón de poliester.
P.D. Ya en serio, si no "salgo" este año, tienen la obligación moral de rifarme (para que sea atractivo el asunto, digan que incluyo i-Pod Nano..o un DVD)
P.D.2 Probablemente mañana no me leerán así que un abrazo de año nuevo!
Aunque Le Hables No Le Importas Y Lo Sabes Hace Mucho Dejaste De Importarle