La idea venía bailandome en la cabeza tiene días.
Muchos.
Tenía miedo de no ser valiente, de que se me salieran las cosas de las manos. De romper mis esquemas, de que no hubiera marcha atrás y, sobre todo, de que cualquier concepto que hubiera tenido de mi a lo largo de mi vida, sufriera una metamorfosis tal que no volviera a reconocerme jamás. O terminara sintiendo que me había equivocado por quererlo todo.
Algunas noches deberían documentarse para que el olvido no se las llevara lejos. Algunas tardes. Algunos segundos. Algunos olores. Algunas miradas. Algunos colores.
Esta noche está escrita en un block de notas amarillo con letras moradas que huelen a uva.
El olvido no se la llevará lejos. Ni el mío ni el de nadie.
La noche permanece debajo de muchas páginas llenas de letras moradas. El olor ya se les fue, pero lo esencial aun puede leerse. Y debajo de la última hoja, quedan muchas más vacías.
Habrá que ver que les escribe el tiempo.
Dormiré tranquila.
Todo está dicho.
Todo está escrito.
1 comentario:
Cuendo todo está dicho, viene una extraña paz...
Siempre...
Que más da?
Un abrazo, volví de una forma bi-irreal!
jajaja
Besos!
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